El ascenso de la savia bruta desde la raíz hasta las hojas se realiza sin que la planta invierta energía en ello.
Se consigue por varios factores, entre los que se puede citar la elevada fuerza de cohesión que hay entre las moléculas de agua y en la tracción o tirón hacia arriba, tensión, que se origina en las hojas, como consecuencia de la evaporación del agua.