La Tierra y todo el Sistema Solar
se formaron a partir de una nebulosa que comenzó a girar y a producir energía,
debido al choque entre partículas.
Parte de esa energía se encuentra
atrapada en el interior de nuestro planeta en los elementos radiactivos que lo
forman. Éstos se descomponen y liberan energía produciendo calor. La elevada
temperatura provoca que
el núcleo externo de nuestro planeta se encuentre fundido.
El calor interno de la Tierra
proviene del proceso de formación de la Tierra y de la
desintegración de elementos radiactivos. |