- Se
conserva: no se crea, ni se destruye.
- Se transforma: se presenta de muchas
formas y puede cambiar entre ellas.
- Se traspasa: puede pasar de un cuerpo
a otro.
- Se degrada: una vez que se utiliza,
ya no se puede aprovechar.
La energía puede cambiar de cuerpo o de forma, pero no
puede aparecer ni desaparecer.