Gran parte de los productos
químicos que se utilizan en la vida diaria forman parte de una disolución.
Por eso es interesante que entendamos cómo se preparan. Nos concentraremos
en las disoluciones en estado líquido, que son las más habituales en los
laboratorios. Seguiremos las siguientes etapas:
1.- Elección adecuada del material que vamos a utilizar. Se trata de
garantizar la precisión necesaria para nuestros propósitos.
2.- Realizar los cálculos de masas y volúmenes necesarios en el proceso,
teniendo en cuenta la precisión de las medidas.
3.- Realizar la mezcla con cuidado. Suele ser buena idea utilizar
inicialmente una cantidad menor de lo necesario del disolvente y completarlo
al final, agitando la mezcla hasta la perfecta disolución.
En la escena adjunta vemos un
ejemplo.
|