En general, cualquier sustancia
es sólida a baja temperatura y gaseosa a alta temperatura.
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Tomemos, por ejemplo, un cristal
de hielo a -10º C y aumentemos su temperatura calentándolo suavemente;
las moléculas de agua que constituyen su red cristalina van aumentando
la amplitud de sus vibraciones hasta que, a 0º C, las vibraciones
se hacen tan intensas que las moléculas pierden sus posiciones
fijas y "aflojan" sus atracciones mutuas, quedando lo suficientemente
libres como para poder desplazarse: decimos que el hielo cambia
de estado.
El agua y el hielo de este vaso reciben calor
del aire que los rodea, por eso el hielo acabará fundiéndose
totalmente. |
El cambio de estado de sólido
a líquido recibe el nombre de fusión.
Mientras dura la fusión, el calor que se suministra no eleva la temperatura
por encima de 0º C, sino que se emplea en ir "aflojando" más y más moléculas
hasta que todo el hielo pasa al estado líquido. El cambio de líquido
a sólido se llama solidificación. |