En la antigua Grecia se sabía que los espejos parabólicos, que son paraboloides de revolución, tienen la propiedad de concentrar los rayos paralelos al eje de simetría en el foco del paraboloide. Se dice que dicha propiedad fue utilizada por Arquímedes para quemar las naves enemigas. Los espejos esféricos no cumplen exactamente esta propiedad, pero la cumplen aproximadamente, es decir, las reflexiones de los rayos que inciden paralelamente al eje de un espejo esférico muy cerca del vértice pasan muy cerca del foco. La siguiente escena ilustra este fenómeno. Puedes modificar el radio del espejo y su anchura (pinchando y arrastrando los puntos rojos) ¿cuándo se puede conseguir que la mayor parte de los rayos pasen por el foco?

La escena ha sido preparada por José Luis Abreu

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