Tal como hemos visto, las moléculas de
agua vecinas se atraen unas a otras.
Las moléculas en la superficie del agua líquida tienen menos vecinas por
lo que su atracción hacia las moléculas de agua que están más cerca
aumenta.
Este aumento de
atracción se llama
tensión superficial y hace que la
superficie del líquido sea más difícil de atravesar hacia el interior.
Cuando se coloca cuidadosamente un objeto pequeño que normalmente se
hundiría en el agua, este puede permanecer suspendido en la superficie
debido a la tensión superficial.
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