No siempre utilizamos sistemas de una lente como en la lupa o en las gafas.
Hacia 1600 Lipperhey
introdujo el catalejo o telescopio refractor. Su sistema consiste
básicamente en dos lentes: la primera es el
objetivo, que concentra la luz que proviene de objetos
lejanos; la segunda lente, el ocular, cumple el papel de una lupa para ampliar el tamaño de la imagen.
El movimiento del ocular (deslicemos el
control bajo el .catalejo) sirve para acomodar
(enfocar)
el sistema
objetivo-ocular-ojo del observador para producir una imagen nítida en la retina de este último .
En realidad, tanto el ocular como el objetivo son siempre sistemas complejos de varias lentes que corrigen diversas aberraciones; pero para comprender el funcionamiento de este aparato nos basta con un sistema de dos lentes como el que podemos estudiar en
.
Hacia 1680 Newton logró demostrar que también era posible construir un telescopio basado en la reflexión. Aunque el ocular seguía siendo una lente, el objetivo era un espejo cóncavo de superficie esférica o parabólica.
El telescopio reflector es la base de los grandes telescopios de los observatorios profesionales actuales. Para comprender su funcionamiento, entremos en