El
tratamiento de las aguas
Uno
de los temas más importantes de trabajo en el campo de
la ingeniería
ambiental es el tratamiento de las aguas.
Con este término nos
referimos a dos cosas bien diferentes: la depuración
de las aguas residuales, con el propósito de
eliminar de las aguas todo lo que pueda ser considerado un contaminante
ambiental (restos orgánicos e inorgánicos,
metales pesados, compuestos químicos tóxicos...),
y la potabilización
de las aguas, destinada a obtener agua para el
consumo humano, proceso más exigente que el anterior.
Mientras en la
depuración de las aguas tratamos de eliminar muchos
componentes nocivos de las aguas ya utilizadas por el hombre, en la
potabilización, además de ser más
rigurosos con la eliminación de sustancias
tóxicas, se introducen también componentes que
logren que el agua sea más apta para el consumo humano, por
ejemplo, desinfectantes que la mantengan limpia de
gérmenes.
A veces encontramos recursos naturales de
agua que precisan muy poco tratamiento químico.
Este es el caso de las
aguas
minerales naturales. Se suelen encontrar en el subsuelo
profundo, por lo que poseen muy pocos microorganismos que puedan ser
peligrosos para nosotros. Además poseen sustancias disueltas
que pueden tener valor terapéutico (hierro, sulfatos,
bicarbonatos, magnesio).