La atmósfera como escudo
La atmósfera nos protege de las
radiaciones solares perjudiciales procedentes del Sol. El Sol, además de luz
y calor (radiación infrarroja), emite otras radiaciones como los rayos
gamma, los rayos X y los rayos ultravioletas que son dañinos para la vida. Estas
radiaciones nocivas son absorbidas por la termosfera y estratosfera.
Nos protege de los impactos de los meteoritos. Estas rocas procedente del espacio exterior son atraídas por la gravedad y caen sobre la superficie terrestre.
Al entrar en contacto con los gases de la atmósfera, a gran velocidad, el rozamiento hace que se calienten tanto que se ponen incandescentes y acaban desintegrándose no llegando al suelo.
Sólo los más grandes (poco frecuentes) pueden atravesar la atmósfera y llegar al suelo provocando grandes catástrofes: destrucción de la zona de impacto, cambios climáticos, extinción de especies, etc.
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Escudo cerámico del transbordador Discovery. NASA |