Ejecución de María Antonieta1793 Musée Carnavalet |
Declarada enemiga de la nación francesa, tras la celebración de un proceso por el tribunal revolucionario que la mantenía recluida desde que fuera encarcelada junto al monarca en 1792 (cuando ambos fueron sorprendidos en su huída de París), la reina Maria Antonieta fue condenada a la pena capital de ejecución. El 16 de octubre de 1793 fue conducida a la guillotina despojada de toda solemnidad propia de una monarquía: en una carreta de madera y con la cabeza rapada haciendo frente a los abucheos y desprecios del pueblo francés. La ejecución se consumaba tras la celebración de un largo proceso judicial en el que su propio hijo, el delfín de Francia, fue coaccionado para declarar en falso acerca de su madre. Se puso fin así a la fuerte campaña de desprestigio que rigió desde que la reina, hija de los emperadores austríacos María Teresa y Francisco I, llegara al reino 1770 (con tan sólo 15 años) para contraer matrimonio con el delfín y futuro rey Luis XVI. Su amor al juego y las fiestas, el despilfarro del dinero público, su fuerte influencia sobre las decisiones políticas del rey y la presencia de una camarilla proaustríaca y conspiradora en su entorno más próximo fueron suficientes motivos para granjearse la enemistad del pueblo francés que se hallaba inmerso en el proceso revolucionario. Meses antes, en enero del mismo año, había sido ejecutado el propio Monarca. Así solicitó su muerte el propio Robespierre:
|