Francisco de Goya
Madrid
1788
Museo Nacional del Prado, Madrid
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Este retrato al óleo sobre lienzo fue pintado en 1788. Es uno de los retratos más célebres de Francisco de Goya con el que obsequió a sus protectores los Duques de Osuna. Goya siempre mantuvo una buena relación con las duquesas de Osuna y Alba, razón por la que realizó numerosos retratos de la aristocracia y algo más tarde hizo lo propio con la familia real.
Como es habitual en el pintor el retrato refleja bien las características psicológicas de los personajes, el Duque de Osuna, Don Pedro Téllez Girón, IX duque, y también de la duquesa y sus hijos. La representación de los niños muestra la ternura del pintor hacia la infancia.
El duque aparece representado con uniforme y de pie, mientras que la duquesa posa sentada con un conjunto que sigue la moda francesa de la época.
La doncella que aparece de la mano del Duque será Duquesa de Abrantes. La otra niña, junto a la madre, será duquesa de Santa Cruz y el infante que aparece de pie, Francisco de Borja, será el heredero de la casa de Osuna. El niño sentado sobre el cojín llegó a ser director del Museo del Prado entre 1821 y 1823.
Galería on line del MUSEO NACIONAL DEL PRADO.
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