«En primer lugar, creo en el Imperio Británico y, en segundo lugar, creo en la raza británica. Yo creo que la raza británica es la más grande de las razas imperiales que el mundo haya conocido. Yo digo esto no como una vana jactancia, sino como una cosa probada por la evidencia de los éxitos que nosotros hemos conseguido administrando las vastas posesiones ligadas a estas pequeñas islas.
Entre todas las naciones del globo, tan sólo nosotros hemos sido capaces de fundar y conservar colonias en las condiciones más diversas y en todas las regiones del mundo. Nos hemos asegurado no sólo la fiel sumisión de todos los ciudadanos británicos, sino también la simpatía de todas las razas que viven a la sombra de la bandera británica.»