El desarrollo del conflicto armado sobre las Islas Británicas tuvo el distintivo de la insularidad inglesa. Este fue el principal motivo que impidió el ataque por tierra, decidiendo Hitler atacarla previamente por aire. La batalla de Inglaterra consistió en la ocupación por mar precedida de la acción de la aviación, en la llamada Operación León Marino; cerco marítimo a Inglaterra tras la aniquilación de su fuerza aérea. La RAF (Royal Army Force) se enfrentó contra la Lufwaffe (fuerza aérea alemana) en lo que se conoció como la primera gran batalla aérea de la historia. En el mes de agosto de 1940 se produjeron bombardeos sobre objetivos militares y núcleos urbanos. El descubrimiento y utilización del rádar por parte de la aviación británica permitió a los ingleses estar preparados ante el ataque y repeler la agresión alemana. Winston Churchill pronunció entonces su famosa frase: «nunca en el ámbito del conflicto humano tantos debieron tanto a tan pocos». Finalmente Hitler se vio frenado en su intento y renunció a la invasión de Inglaterra.