«Desde el año 1626 hasta el día de hoy, y en particular después de la recuperación de la fortaleza de Salses, que el francés tenía ocupada, los soldados que han estado alojados en el presente Principado y Condado han hecho muy grandes hostilidades a los provinciales, llegando hasta robar y quemar las iglesias y en ellas el Santísimo Sacramento dos veces, con ánimo sacrílego...
Cansados muchos de tantas opresiones y de que no se daba ningún remedio, alborotándose el día del Corpus (que era día en que con ocasión de las siegas había allí muchos segadores), y de este alboroto vinieron algunos incendios y la muerte del Excmo. Conde de Santa Coloma [,,,] Dichos señores diputados y consejeros dieron razón del suceso a Su Majestad, y le han propuesto medios convenientes y suaves para etiquetar la provincia. A los cuales no se han servido responder; antes bien, ha escrito Su Majestad que quiere entrar en Cataluña con ejército, y es fama pública, que todas las prevenciones de guerra que manda hacer en sus Reinos son para invadir Cataluña; y los soldados que hay en el Rosellón lo dicen públicamente.
La provincia representa a Su Majestad que quiere la justicia, y que se restaure, como es razón; pero no viniendo su Majestad con ejército, porque además de que es contra Constitución, sería la total ruina de este Principado; porque los provinciales están con las armas en la mano, decididos a morir antes que pasar por semejantes hostilidades.»