La rendición de Granada se produjo un 2 de enero de 1492 como desenlace de una guerra iniciada en 1483. Las Capitulaciones de Santa Fe garantizaban a los musulmanes granadinos el derecho a practicar su culto, usar su lengua, vestidos y costumbres, e incluso a ser juzgados por sus propios jueces. Esta fue la promesa arrancada por el último rey Nazarí, Boabdil, a los Reyes Católicos antes de su exilio a África y muerte en Fez; respeto a los musulmanes que permanecieran bajo el nuevo gobierno cristiano. La pujanza económica y militar de los reinos cristianos venció sobre una desetructurada y débil corte granadida envuelta en numerosas intrigas palaciegas. Pradilla realizó esta pintura histórica que relata la entrega de las llaves del último rey nazarí a los Reyes Católicos por encargo del Senado tras el éxito obtenido con «Juana la Loca».