Eva Perón, en calidad de embajadora argentina, visita España en junio de 1947 coincidiendo con la Ley de Sucesión a la Jefatura del Estado. Su oportuna visita incidió en el incremento de la popularidad que necesitaba el régimen. La visita de «Evita», segunda esposa del general Juan Domingo Perón se produce en el marco de la estrecha cooperación establecida entre Argentina y el gobierno franquista entre los años 1946-1948. Las circunstancias internacionales habían llevado al estrechamiento de las relaciones entre Argentina y España. Desde 1937 Argentina acogió a numerosos exiliados republicanos. España había sido previamente rechazada por la Comunidad Internacional y además había quedado fuera de la ayuda ofrecida por el Plan Marshall. Inmediatamente después, en abril de 1948 se firmaba un protocolo de colaboración entre los dos regímenes.