Retrato de Fernando VII (1814), Francisco de Goya y Lucientes. Museo Municipal de Santander

Retrato de Fernando VII

Francisco de Goya y Lucientes

1814

Museo Municipal de Santander

Fernando VII (1784-1833). El deseado. En 1808 fue requerido por Napoleón a Bayona donde ya se encontraba exiliado su padre, para ceder la corona española a su hermano, José Bonaparte, en lo que se conoció como las Abdicaciones de Bayona.

Fue declarado como «único y legítimo rey de la nación española a don Fernando VII de Borbón» por el Consejo de Regencia constituido tras la invasión del territorio español por las tropas francesas. Fue restablecido como monarca de la corona española tras la firma del Tratado de Valençay en 1813. Un año más tarde regresó a España; en su primera iniciativa política dio un golpe de Estado que abolió la Constitución de Cádiz de 1812 y restauró el sistema absolutista al disolver las Cortes; el rey deseado frustró las expectitivas generadas. En 1920 se produjo el golpe del general Riego que obligó al rey a jurar la Constitución de 1812. Fernando VII afirmaba: «marchemos francamente, y yo el primero, por la senda constitucional...» Pero el ejército de los «Cien mil hijos de San Luis » comandado por el duque de Angulema acabó con el régimen liberal (1820-1823) con el auspicio de las potencias absolutistas europeas y, una dura represión sucedió este período. La derogación de la Ley Sálica, impuesta por Felipe V, por la cual las mujeres no podían reinar supuso el cambio de la ley sucesoria a través de la Pragmática Sanción. Su hija Isabel, de tres años de edad, fue su heredera bajo la regencia de su madre la Reina María Cristina. El rey moría en 1833 dando lugar a un coflicto sucesorio entre su hermano Carlos María Isidro y su hija, la futura reina Isabel II.