Franco nombró a Carrero Blanco presidente del Gobierno el día 8 de julio de 1973 a la vez que dejó de presidir personalmente el Gobierno. Es entonces cuando se forma el conocido como «gobierno de la Zarzuela», sometido a la consulta del Príncipe. Así se expresa el propio Carrero en el acto de toma de posesión:

«Soy un hombre totalmente identificado con la obra política del Caudillo, plasmada oficialmente en los Principios del Movimiento Nacional y en las Leyes Fundamentales del Reino, mi lealtad a su persona y a su obra es total, clara, limpia, sin sombra de ningún tipo de concionamiento ni mácula de reserva mental mía con la obra política del Caudillo (...) Soy hombre del Movimiento; si entre la enorme masa de españoles que aceptan sus principios que son permanentes e inalterables, y las leyes que integran nuestro sistema institucional sin reservas mentales de ninguna especie, se admite la posibilidad de existencia de matices, sectores o grupos, o lo que se ha dado en llamar "familias políticas" quede bien claro igualmente que estoy con todos en general y con ninguno en particular. Estoy de corazón con todos, sin que ninguna vinculación me inspire una predilección por ninguno».

Pero el 20 de diciembre de 1973 Carrero Blanco era asesinado en Madrid por un comando de ETA: los terroristas habían excavado un tunel haciéndose pasar por miembros de la compañía telefónica, en él colocaron la carga explosiva. Ello supuso el inicio de la crisis definitiva del régimen.