El aguador de SevillaDiego Velázquez 1619-1622 Wellington Museum, Apsley House, Londres |
Los temas populares y costumbristas estuvieron en el interés temático de Velázquez durante su primera época sevillana. En el siglo XVII los aguadores eran personajes populares que vivían de las propinas que les dispensaban a cambio de un poco de agua fresca. Estos personajes populares de la Sevilla del Siglo de Oro fueron documentados en los lienzos de Velázquez. En este caso este aguador se identifica con el conocido en la época como «corso de Sevilla». Parece ser que fue este el lienzo que Velázquez llevó a Madrid como tarjeta de presentación cuando en 1623 a través de la influencia ejercida por el Conde Duque de Olivares (valido de Felipe IV), llega a la Corte. Se aprecia en él la influencia de Caravaggio, cuya obra probablemente conociera de grabados y copias que llegaban a Sevilla. Destaca el estudio psicológico de los personajes ordenados en torno al objeto de cerámica que distribuye el resto de la composición. Un viejo ofrece una copa de agua a un joven mientras, en un segundo plano, un personaje adulto sacia su sed. Se cree que están representadas aquí las tres edades del hombre: 11, 21 y 56, y la transición del conocimiento de la vejez a la juventud (a los once años ingresa Velázquez en el taller de Pacheco, veintiuno es la edad que tiene cuando realiza la pintura y cincuenta y seis la edad de su maestro Pacheco) Interceptada esta obra, junto a otras, por el duque de Wellington a José Bonaparte en su retirada a Francia durante la Guerra de Indepencia Española, fueron llevadas hasta Londres. Tras preguntar Wellington al rey Fernando VII sobre el destino las obras, el monarca decidió regalárselas.
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