SITUACIÓN INICIAL
La experiencia ha sido dirigida a alumnos de 4º de E.S.O. para la asignatura de Ética. Se realizó con un grupo de 20 alumnos en el aula de informática, que cuenta con 10 ordenadores, por lo que compartían ordenadores en grupos de dos. Todos ellos habían utilizado ordenadores y sólo tres de ellos carecían de él en casa.
Se trataba de que los alumnos entendieran el sistema proporcional D´Hont para el reparto de escaños en unas elecciones y reflexionaran sobre la concepción de la democracia como “ley de la mayoría”, muy habitual en estas edades.
En efecto, el relativismo moral más radical está muy extendido y proviene de esta concepción según la cual en una democracia lo “bueno” y lo “malo”, lo “justo” y lo “injusto” viene determinado por la opinión de la mayoría, por lo que he intentado que los alumnos se cuestionaran en primer lugar esa noción simple de “mayoría” haciéndoles ver que:
1º Las elecciones no se limitan a recoger la opinión respecto de una alternativa dual, sino que se realizan entre múltiples opciones, cada una de las cuales representan una concepción diferente de la realidad y de la moralidad.
2º Que las opciones se traducen en representaciones globales para una legislatura y que el pueblo no interviene directamente en las decisiones respecto de las cuestiones particulares. Lo cual pone de manifiesto la importancia de la participación política más allá del acto de depositar un voto.
3º Que el valor de cada voto está relativizado por el propio sistema electoral, lo que se pone de manifiesto a la hora de cuantificar los resultados y traducirlos en escaños.
4º Este proceso de traducción de votos en escaños es especialmente relevante en el caso de los grupos minoritarios, que pueden verse beneficiados o perjudicados por el reparto; de la pérdida de votos por los restos obtenidos y por el hecho que en algunos casos unos pocos votos pueden determinar la asignación de escaños determinantes en la constitución de las mayorías.
Previamente les había sondeado respecto a su idea de la Democracia. Ninguno de ellos se había planteado el problema de la traducción de votos en escaños
Para ellos constituyó un aliciente la ruptura de la monotonía que supuso el hecho de que la clase de ética se realizara en la sala de informática. No se les había informado previamente de la experiencia ni del funcionamiento del nippe “Descartes”, por lo que la sorpresa inicial derivó pronto en curiosidad.
Uno de los objetivos de la experiencia era que ellos mismos, únicamente con la unidad y con el mínimo de ayuda externa, comprendiesen el sistema D´Hont.
He tenido que superar, con una actitud autoritaria, su tendencia a explorar y probar los distintos botones antes de ponerse a leer el contenido de la unidad. Aunque algunos, en cuanto empezaron a leer, adoptaron una actitud de prevención ante la dificultad de interpretar ellos mismos las explicaciones, la verdad es que pronto iniciaron las actividades.
Puesto que la unidad constaba de dos páginas. La experiencia se desarrolló en dos clases. En la primera de ellas se les pedía que interpretaran ellos mismos el resultado de unas elecciones. En la segunda se les explicaba el funcionamiento de la ley D´Hont y se les pedía que lo compararan con el reparto que ellos habían realizado.
En la primera parte me sorprendió que varios grupos se adelantaron a la experiencia y trataron de establecer el número de votos que correspondería a cada diputado, eliminando las abstenciones, los votos en blanco y los nulos y dividiendo el total de votos emitidos entre el número de escaños a repartir. El problema de los restos lo resolvían por tanteo, sin conceder excesiva importancia al establecimiento de criterios objetivos aplicables de manera generalizada.
Considero que se alcanzó el primer objetivo pues, sin más explicaciones, después de las dos sesiones la mayoría (12 alumnos) pudieron resumir con precisión el sistema D´Hont de reparto de escaños y el resto, aunque no precisaron el sistema, sí sabían en líneas generales en qué consistía.
Más decepcionante fue el objetivo de que la experiencia sirviese para que se cuestionasen sus nociones de en qué consiste la mayoría democrática. Sólo seis de los veinte alumnos reconocieron que les había hecho pensar en ello y cuatro dijeron que habían cambiado su opinión y que se habían dado cuenta de que influían más factores que el meramente cuantitativo.
En cualquier caso, espero que esta experiencia sirva de referencia a la hora de tratar otros temas y pueda ser utilizada para posteriores reflexiones.
Jesús Juanatey Silva | ||
© Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Año 2002 | ||