Teorema del valor medio del Cálculo Integral
Evaluación en el aula de la Unidad Didáctica

1. CARACTERÍSTICAS DE LA EXPERIENCIA
Para la evaluación práctica de la unidad didáctica elegí un grupo de alumnos de segundo curso de bachillerato del I. E. S.  de  ARZÚA (A Coruña). Son los 11 alumnos de la asignatura de "Métodos Estadísticos y Numéricos", una asignatura optativa existente en la Comunidad de Galicia.

Si atendemos a su formación específica, los alumnos que cursan esta disciplina son de tres tipos diferentes: 

a) Los que están matriculados de Matemáticas y Física.

b) Los  que cursan otras asignaturas de ciencias como Biología, Química,etc.

c) Los matriculados en el bachillerato de Ciencias Sociales.

Para lograr una cierta homogeneidad en los participantes programé una serie de tres clases teóricas previas sobre aspectos generales del cálculo integral. Repasamos las ideas de integral definida e indefinida, regla de Barrow y la integración de funciones sencillas, del tipo de las que aparecen en la unidad didáctica.

En cuanto a los medios informáticos, cada alumno dispuso de un ordenador. Todos debían realizar  los cálculos pertinentes  y tomar sus notas en una libreta de trabajo. En principio me parecieron suficientes cuatro sesiones de trabajo con el ordenador, que en todo caso podían incrementarse si fuera necesario.

 

2.  DESARROLLO  DE  LA  FASE  PRÁCTICA

Las sesiones informáticas tuvieron lugar en la segunda quincena del mes de Febrero de 2005. La actitud de los alumnos fue positiva desde el primer momento. La versatilidad de la herramienta gráfica les llamó la atención y, al menos es mi impresión, el hecho de que sus cálculos coincidieran con los de la unidad les produjo cierta confianza en sus capacidades. Dedicamos dos jornadas a la primera de las páginas y las dos últimas a la realización de los ejercicios y el estudio de los ejemplos.

En un principio algunos de los alumnos hacían consultas sobre el funcionamiento de las escenas, mientras que otros los deducían por su cuenta. Una vez familiarizados con el uso de las escenas el proceso transcurrió de forma fluida, como una clase habitual, con las consultas lógicas para entender cuestiones concretas o aclarar algún punto confuso.

 


3.  RESULTADOS

Vamos a resumir las contestaciones de los participantes a la encuesta que se les hizo al acabar la actividad. He dividido al alumnado en dos grupos. En uno de ellos, el grupo A, incluyo a aquellos que también están matriculados en Matemáticas 2, y que podrían tener a priori una mayor motivación. El resto de alumnos forma el grupo B. Los valores numéricos son las medias de los correspondientes a las respuestas de la  siguiente encuesta cerrada. Todas ellas se valoran entre 1 y 5.

                       Pregunta    A    B
 1  ¿ Te gustan las Matemáticas?    4   3.2
 2  ¿ Qué nota sueles sacar en Matemáticas ?   3.5   3.2
 3  ¿ Te interesó la experiencia cuando te la contaron ?   4.3   3.7
 4  ¿ Has tenido dificultades para hacer las actividades? Muchas  1   4.7   2.7
 5  ¿ Prefieres este sistema al tradicional?   4.5   3.7
 6  ¿ Cuánto te parece que has aprendido?   3.7   3.4
 7  ¿ Te ha gustado la experiencia?   4.3   4.6
 8  ¿ Te ha gustado trabajar en equipo?   5   4.7
 9  ¿Te gustaría seguir trabajando con este método?   5   4.3
 10  ¿ Crees que es posible aprender matemáticas así?   4.7   4

Los resultados parecen confirmar que la unidad didáctica trabajada era más apropiada para el grupo A. De hecho algunos de los miembros del grupo B se quejan de que el tema era difícil, en particular el ejemplo físico. 

Los alumnos tenían también la posibilidad de contestar a la siguiente encuesta abierta, con 5 apartados:

1. Indica lo que más te ha gustado

2. Señala lo que menos te ha gustado

3. Indica lo que cambiarías y no cambiarías

4. Si quieres aclarar alguna de las respuestas de la tabla anterior hazlo aquí

5. Expresa tu valoración general

Las respuestas no aportan mayores novedades. La valoración es muy positiva, se considera muy interesante seguir el propio ritmo y el autoaprendizaje, el método parece más intuitivo y versátil y no harían muchos cambios en el diseño de la experiencia. A todos ellos les gustaría repetir este tipo de actividades más a menudo. 

Finalmente debo señalar que los alumnos asimilaron los aspectos fundamentales del tema tratado, aunque con las lógicas diferencias de profundidad entre unos y otros. La asimilación por parte del grupo A fue muy buena.  

 


  4. VALORACIÓN  PERSONAL

Mi impresión general es muy positiva. Debo decir que el grupo de alumnos era particularmente favorable para un experimento de este tipo,  pero creo también que el trabajo con la unidad didáctica les supuso un estímulo y que disfrutaron con el trabajo realizado. Creo que los resultados de la encuesta son interesantes, aunque quizá alguna pregunta, la 5 por ejemplo, sea un tanto demagógica.

 Varios de los participantes mostraron interés por hacerse con las unidades didácticas del programa Descartes y visitaron la página web. También, para ser imparciales, debemos tener en cuenta que el ritmo de la práctica fue más lento de lo habitual y el efecto positivo de la alteración de la rutina docente cotidiana.

Yo resumiría mi opinión en tres puntos:

a) Es ineludible la aceptación de la tecnología informática en la enseñanza de las Matemáticas.

b) No debe pensarse que los resultados de su uso van a ser extraordinarios, ni que el interés por la asignatura aumente de una manera significativa, pero permitirá que los alumnos que se esfuerzan tengan una mejor formación.

c) La informática debe ser un complemento del trabajo en el aula y  una herramienta que los alumnos deberían utilizar tanto en el Instituto como en sus horas de estudio en casa. Mientras las autoridades educativas no tomen medidas los docentes podríamos dar pequeños pasos: facilitar programas informáticos de uso libre, proponer actividades susceptibles de tratamiento informático, utilizar los ordenadores en algunas ocasiones, etc. No es algo descabellado porque muchos de nuestros alumnos tienen ordenador en su hogar. 


   

 

 

       
           
  José Alberto Berriochoa Esnaola
 
© Ministerio de Educación, Política Social y Deporte. Año 2005