PRÁCTICA 4: DESARROLLO

Victoriano Cabaleiro Pérez


Durante las dos primeras semanas de la experiencia –un total de cuatro sesiones-, tuve una sensación  de frustración grande. Ganas de abandonar, también. Sólo conseguimos hacer la Prueba Inicial y la Encuesta Inicial. Fallaban los equipos, el alumnado no podía acceder al portátil del profesor para recoger su trabajo y llevarlo a la carpeta de su ordenador y trabajar –aparecían exigencias de contraseñas-; cuando lo conseguían, algunos se bloqueaban al acceder a la red más de diez; los equipos se colgaban; etc. etc.

Fuimos solucionando estos problemas –y otros que surgieron- con la inestimable colaboración y ayuda del profesor encargado del mantenimiento informático. 

Los primeros días tuve que volver a repetir infinidad de veces que no estábamos allí para hablar, comentar o de simple compadreo. Sólo se podía ayudar puntualmente a algún compañero/a si el profesor estaba ocupado en ese momento. El trabajo era individual y se procuraría ser autónomo en su realización. 

Las cosas fueron marchando por ese camino, afortunadamente. Cada vez más, el alumno se centraba en su tarea y sólo, esporádicamente, ante la petición de ayuda de algún compañero/a, interrumpía la labor. 

A pesar de las explicaciones dadas previamente, tendían –todavía tienden, pero ya en menor medida- a preguntarme: “¿Qué tengo que hacer aquí?” Simplemente, les abro la ventana de TASK.

Habíamos colocado en Favoritos del Explorer las dos páginas-diccionario de las que se tendrían que valer en caso de que el GLOSSARY de las Unidades no les fuese suficiente: wordreference y thefreedictionary. 

Y empezó a funcionar con fluidez a partir de la cuarta semana. Usamos el Aula TIC las dos primeras horas de los lunes y de los miércoles. Yo llegaba antes, encendía los equipos y dejaba los auriculares de cada alumno junto a la torre. Esquematizaba en el encerado el tema que estábamos trabajando y las Unidades Malted que emplearíamos en esa sesión; les recordaba las anteriores, por si alguien necesitase repetirlas, y cada uno debía realizar los apartados, al menos, un par de veces. Si algún tiempo sobraba, cada cual se responsabilizaría de volver sobre aquellas tareas que él mismo consideraba que debía reforzar más. Desde mi portátil, con el cañón, hacía un rápido recorrido por el itinerario de la sesión. 

El tiempo de las sesiones pasa muy rápido, tanto para mí como para el alumnado. Alguna vez, intencionadamente, salí de la clase y vi., con la puerta entreabierta, cómo cada uno seguía con su trabajo a pesar de mi ausencia. La Jefa de Estudios también lo comprobó. 

INCIDENCIAS 

      La Unidad “Time Machine” tuve que reinstalarla (previamente, la descargué de la página web de Malted) en todos los equipos porque, cuando accedíamos a    ella desde la pantalla inicial, aparecía una advertencia de “no encontrada”. En  algunos ordenadores, hice lo mismo con “Pirates” y “Far West” para evitar ciertos saltos no deseados entre pantallas.

      Decidí, pues, reforzar este aspecto durante la sesión tradicional en el aula de clase.