EL MEGALITISMO

 

El término megalitismo está compuesto de las palabras griegas mega (μεγας), grande y lithos (λιθος), piedra. Desde el Neolítico hasta un momento indeterminado de la Edad del Bronce floreció en diversas partes del mundo, y en particular en la fachada atlántica europea, un modo de enterramiento monumental y colectivo. Los ajuares funerarios son también variados, aunque casi siempre contienen herramientas de sílex, hachas pulimentadas, cuentas de collar y otros adornos, así como herramientas de hueso. En los dólmenes, normalmente hay una o varias cámaras (redondas, cuadradas, poligonales) comunicadas con el exterior mediante un corredor. El conjunto se protegía con un túmulo de tierra que daba solidez a la construcción. Como el dolmen tenía vocación de continuidad, el acceso se realizaba por el corredor que quedaba sellado tras cada enterramiento. Existen tres tipos de megalitos: dólmenes, menhires y crómlech.

Los arqueólogos creen dólmenes son marcas territoriales monumentales. Se trata de un enterramiento que pretende mostrar con orgullo el lugar de reposo de los antepasados. Casi todos los megalitos tienen en común su buen dominio territorial (lugares para ver, más que para ser vistos).

Los menhires consisten en una piedra larga hincada verticalmente en el suelo. Destaca el conjunto de dólmenes alineados de Carnac (Francia).

Un crómlech es recinto circular formado por menhires. El más famoso es el crómlech de Stonehenge (Inglaterra). Se piensa que Stonehenge era un lugar de culto al sol porque el eje de la Avenida del monumento está orientado hacia el punto donde el sol nace en el solsticio de verano.

El proceso de realización de una construcción megalítica comenzaba en una cantera donde se extraían los grandes bloques de piedra. De allí se transportaban (1) sobre rodillos hasta el lugar elegido para el levantamiento del monumento. En este lugar se dejaban caer los bloques verticales en un estrecho hoyo previamente excavado (2) y después se ajustaban hasta dejarlos en posición vertical, tras lo cual se rellenaba el hoyo para fijarlos firmemente. En el caso de los menhires el proceso estaba terminado, pero para la erección de un dolmen el proceso continuaba con la tarea más dificil, consistente en colocar el bloque o bloques horizontales. Para ello se hacían terraplenes a ambos lados de los bloques verticales que alcanzaban la misma altura que éstos. A través de estos terraplenes se transportaba el bloque horizontal (3) hasta dejarlo colocado correctamente, tras lo cual se cubría de tierra que, sumada a la de los terraplenes, daba lugar al túmulo (4).

En Extremadura existen numerosas manifestaciones de Megalitismo como Lácara, Loriana, Cueva del Monje, La Moneda, Magacela, Zafra, Valencia de Alcántara ...