Duda metódica : Se distingue de la duda escéptica en el sentido de que no quiere quedarse
en la mera duda, sino que busca una certeza de la cual sea imposible dudar y
sirva para fundamentar todo un sistema de filosofía. Descartes duda de
todo aquello en lo que cabe la mínima posibilidad de error, con la confianza
previa de que hallará alguna verdad evidente, clara y distinta. La duda
cartesiana es cuasi-universal, positiva, ya que exceptuando algunas pocas cosas,
busca razones para dudar. Voluntaria y ficticia en su intención, en real
en sus efectos, hasta el punto de que, no sólo hiere el contenido de
nuestros conocimientos, sino la misma facultad cognoscitiva. De ahí que
recurra al testimonio de la veracidad divina para garantizar su sistema filosófico.