1. Educación moral y cívica: Desde la reflexión
sobre el trabajo humano podemos contribuir a educar en los valores del trabajo
humano que pueden y deben humanizar al hombre. Desde la reflexión sobre
la técnica incidiendo en la relación técnica-ética.
2. Educación para la paz y la cooperación internacional: Educar
para un trabajo humano y con sentido es educar para la paz. También es
necesario pensar en cuáles deben ser los fines de la técnica: entre
ellos se debe incluir el desarrollo de los pueblos, la preservación de
la paz y la cooperación internacional.
3. Educación ambiental: A través de la relación entre investigación
científica, técnica y medio ambiente: problemas ecológicos.
4. Educación del consumidor: Reflexionar sobre el sentido del trabajo nos
debe hacer caer en la cuenta de que no trabajamos para consumir en el tiempo de
ocio. Sino que el consumo está al servicio de la persona al igual que el
trabajo. Es decir, el ocio tiene que ser, al igual que el trabajo, celebración
de la vida y no huida del castigo de trabajar.