La lógica considera las proposiciones exclusivamente en su aspecto lógico y prescinde tanto de los aspectos psicológicos como de las formas lingüísticas en que se expresan.

Entre los enunciados categóricos se establecen ciertas relaciones de oposición y de dependencia que Aristóteles comenzó a estudiar sistemáticamente. Sin embargo, fue uno de sus comentaristas, Boecio, quien las compendió en el siglo VI d. C en un célebre cuadro.

El "Principio de no-contradicción" nos dice que algo no puede ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto. De ahí se sigue que dos proposiciones contradictorias no pueden ser simultáneamente verdaderas ni simultáneamente falsas.

Dos proposiciones contrarias no pueden ser simultáneamente verdaderas, pero sí pueden ser ambas falsas.