"Estando
hace poco en un restaurante, había cerca de mí una familia compuesta
por el padre, la madre y un niño muy listo, que creo que tendría
entre ocho y diez años. Tras estudiar todos la carta, el niño
dijo: "Yo quiero hígado con bacon." La camarera estaba allí.
El padre estudió la carta, la madre estudió la carta, y entonces
el padre pidió tres filetes. Y la camarera dijo: "Dos filetes,
y un hígado con bacon", y se fue. Entonces el niño miró
a su madre y le dijo: "¡Mamá, la camarera cree que soy una
persona de verdad!"
(SCHUMACHER, E. F. El buen trabajo).
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