Es importante que recuerdes lo que dicen las dos posiciones más importantes en cuanto a la fundamentación de los Derechos Humanos. La cuestión es urgente y tú debes contribuir a su solución.

La cuestión es más urgente de lo que parece. ¿Quién tiene razón?

Los segundos acusan a los primeros de intentar reestablecer el viejo discurso metafísico acerca de la naturaleza humana. Si restablecemos ese discurso, eso tendría como consecuencia volver a revitalizar los viejos problemas de la metafísica: la espiritualidad del ser humano, la existencia de Dios y la vuelta a una moral universal, que para muchos de ellos, sería incompatible con la libertad humana.

Los primeros, por su parte, insisten en que si fundamentamos los derechos humanos en un acuerdo social, éste puede variar y en consecuencia podemos volver a la barbarie en cualquier momento. La única forma de apuntalar la dignidad humana es reconociendo que hay una naturaleza peculiar. Hay que ahondar en el misterio de la naturaleza humana y afrontar seriamente todos los problemas que ello pueda traer, y no huir de ellos con los viejos prejuicios de que eso es volver a la "desusada metafísica" o "eliminar la libertad". Consideran que eso son prejuicios y no verdades. Y a la verdad no hay que tenerle miedo.

¿Quién tiene razón? Tú tienes la respuesta. Pero el problema es urgente. No lo olvides.