La palabra Derecho no es nueva en su vocabulario. Pero, ¿sabe qué es el Derecho? ¿Quién se encarga de administrarlo? Y, ¿para qué sirve? (¿Cuáles son sus fines?) Estas son las cuestiones que nos vamos a plantear y a las que intentaremos responder.
- Atrévase a visitar el derecho más allá de la complejidad de los códigos jurídicos.
- Conozca la utilidad del derecho. ¿Cuáles son sus fines?
- Atrévase a preguntarse: ¿Qué tiene que ver el derecho con la justicia?

Hemos visto que la Justicia es uno de los fines del Derecho, pero Justicia es un concepto moral. Por lo tanto, el Derecho está vinculado a la Ética. ¿Esta vinculación es real? Y si lo es, ¿cómo se da? Tradicionalmente se ha pensado que la vinculación estaba en el Derecho natural, conjunto de leyes inscritas en la propia naturaleza del ser humano y fundamento de todo derecho positivo. Pero, sin embargo, el positivismo jurídico niega la existencia de estas leyes. ¿Quien tiene razón? ¿Es la idea de justicia un concepto moral? Estas y otras cuestiones son las que ahora te tienes que plantear.

- Intente rastrear el carácter moral de la idea de Justicia y la vinculación moral del Derecho.
- Recorra las distintas teorías del Derecho natural. ¿Hay tal Derecho natural?
- Suponiendo que lo haya, ¿cuáles son sus funciones? Acérquese a ellas.

Nos encontramos ante una de los asuntos más apasionante de nuestro viaje: Conocer qué son los Derechos Humanos. Fíjese bien, si es importante conocer cuáles son (para ello le animamos a leer la Declaración Universal de Derechos Humanos) más importante todavía es saber qué son. Queremos indagar, por tanto, su sentido último, sus características, su fundamentación. En el fondo, qué quieren expresar y preservar.

- Visite la Declaración Universal de los Derechos Humanos y reconozca en ella los tipos de Derechos que hay.
- Indague las características de los Derechos Humanos.
- Acérquese al problema de la fundamentación. ¿En qué se fundan los Derechos Humanos? ¿En la ley natural o son simples leyes positivas fruto de un acuerdo social? Resolver el problema es urgente. Está en juego el concepto de Persona.

El Estado tiene el deber de velar por el “bien común” de los ciudadanos. Pero para ello debe intentar asegurar un orden económico que posibilite el “bienestar” como condición necesaria pero no suficiente para el desarrollo de cada una de las personas que componen el cuerpo político. ¿Es eso así? Le invitamos a reflexionar con nosotros y a tomar postura porque toda reflexión, si lo es auténticamente, toma postura.

- Intente comprender por qué es necesario un orden económico y qué debe perseguir.
- ¿Debe estar la Persona al servicio de la Economía o la Economía al servicio de la Persona? Atrévase a responder.
- ¿Qué relación tienen orden económico, justicia y dignidad humana? Bucee en la cuestión.