Ruta 7 - Etapa 3 - Parada 6
Dios en la Ontoteología e Idealismo de la Modernidad

En la filosofía moderna, que nace en el siglo XVII, la concepción de Dios es totalmente distinta de la medieval; pues, aunque conserva elementos de la tradición, supone un cambio en cuanto a la finalidad de la misma filosofía. El pensamiento moderno es laico; y, aunque sus creadores no consideran a la filosofía como un sustituto de la religión, sus fines no eran ya servir a la "doctrina sagrada", a los fines sobrenaturales, sino a los fines naturales del hombre. Este cambio empezó con Descartes y Heidegger ha caracterizado a esta teología racionalista como una "ontoteología". Con este término (tomado de Kant) Heidegger indica que la teología racionalista ha sido onto-teo-lógica, porque para explicar el ente en cuanto ente (objeto de la Ontología) siempre recurre al fundamentarlo a un Ente Supremo, a Dios (objeto de la Teología natural). Por tanto, en un mismo desarrollo se estudia al mundo y al fundamento divino de éste, y así Dios aparece como un ente más. Por otra parte, Kant criticó la validez de los argumentos racionales en favor de la existencia de Dios e hizo de Dios un postulado de la Razón práctica, es decir, apartó la razón para dejar lugar, como él mismo indicó, a la fe. Sin embargo, los resultados de esta última posición no se mantuvieron durante largo tiempo. Así, los sucesores de Kant terminaron por subrayar el aspecto filosófico de la idea de Dios, convirtiéndolo en el orden moral del mundo (Fichte), en lo Infinito (Schelling) o en la Idea (Hegel).

A muy grandes rasgos, vamos a exponer algunas de las consideraciones básicas de los autores más representativos:

. R. Descartes: El Dios de Descartes es el Dios cristiano. Las demostraciones de la existencia de este Dios se basan en que se posee su idea clara y distinta, es decir, de una sustancia perfecta e infinita, que es pensante e increada. Por tanto, para Descartes la idea de Dios es innata. En ella se encuentran una serie de atributos. Por la consideración de esta idea innata se descubre que su no existencia es imposible, por lo que no se puede pensar como no existente. Descartes lo expone como una prueba de la existencia de Dios, que desde Kant se ha denominado "argumento ontológico".

. B. Spinoza: Trató a Dios de un modo meramente filosófico; y lo caracteriza como un ser absolutamente infinito, substancial y con múltiples atributos que expresan cada uno una esencia. Dios tiene que existir necesariamente porque su esencia implica la existencia. Esta esencia o naturaleza absoluta es única, no puede darse ni concebirse ninguna substancia fuera de Dios, no existe, por ello, nada más que Dios. Hay sólo una substancia infinita que es Dios y que consta de infinitos atributos, de los cuales cada uno tiene infinitos modos. Los atributos son los diferentes aspectos de la esencia divina. Sin embargo, de hecho, sólo podemos conocer a Dios de dos maneras: como extensión y como pensamiento. Los cuerpos son modos de la extensión divina y las almas son modos del pensamiento divino. Por la palabra Dios entiende Spinoza una "Natura naturans", la naturaleza naturante, una unidad absoluta de la que por despliegue necesario surgen los particulares modos que constituyen el universo, es decir, la naturaleza naturada, "Natura naturata". No hay, por tanto, creación. La doctrina monista spinoziana es un panteísmo.

. G.W. Leibniz: Dios es personal, inteligente, libre, creador, providente, mónada primera, unidad por excelencia, imagen de todas las demás unidades, fuente inagotable de vida y fecundidad, razón del orden y la armonía universal.

. I. Kant: Según Kant, el "principio de causalidad", que es el que utilizamos para llegar a Dios como causa de este mundo, no vale para Dios, pues dicho principio es la aplicación de la categoría o concepto de causa a los fenómenos sensibles de este mundo. Como de Dios no tenemos experiencia sensible, no podemos aplicarle el principio de causalidad. No cabe por lo tanto un conocimiento racional de Dios, porque Dios trasciende el mundo de las sensaciones. Éste es el agnosticismo de Kant. Sin embargo, Kant no es ateo, sino creyente. El acceso a Dios lo encontramos, según él, por el camino de la moral.

. G.W.F. Hegel: El planteamiento kantiano de una razón incapaz de elevarse desde el mundo hasta Dios. acabó por absorber el mundo en Dios en Hegel. Así pues, para Hegel no existe separación entre concepto de Dios y existencia de Dios. Este autor creyó encontrar las verdaderas huellas de Dios en el mundo del Espíritu: Dios, que es la totalidad de la realidad, o la substancia infinita, es lo Absoluto, y por ser sujeto autoconsciente es Espíritu. Este absoluto lo designa Hegel como Dios, pero no se trata de un ser personal ni trascendente. Dios no es algo ya constituido sino el proceso de actualización a través de distintas fases por las que deviene, según las leyes de la dialéctica. Este desplazamiento de la cuestión de Dios y de la religión desde su lugar cosmológico tradicional a su lugar ético es una revolución que Hegel atribuye a Kant, aunque le reprochó la falta de una afirmación apodíctica de Dios. Esta perspectiva ético-religiosa en el planteamiento hegeliano de la existencia de Dios tiene su repercusión directa en la cuestión de la definición de Dios. De este modo, son posibles muchas definiciones de Dios: desde la más abstracta y pobre (Dios es el ser) hasta la más concreta y determinada (Dios es el espíritu). En síntesis, se puede afirmar que la representación cristiana, hecha concepto, se convirtió en Hegel en la estructura racional del universo.

Relaciona cada uno de los siguientes autores con uno de los aspectos más significativos de su concepción acerca de Dios:

 [Comprobar] 
 [OK]