La división es una operación paralela a la definición. Así, mientras que la definición es un análisis de la comprensión, la división es un análisis de la extensión. En general, la división consiste en la distribución de un todo en sus partes. En este sentido, propiamente hablando, la división consiste en pasar de un género a sus especies. Evidentemente, esta operación puede prolongarse si cada especie obtenida es considerada a su vez como género y, consiguientemente, se la divide. En ese caso, la nueva división recibe el nombre de subdivisión.

. Reglas para una correcta división:

1. La división debe ser completa. Ello no significa que necesariamente deba descender hasta la especie última, sino que, en cada estrato o nivel, no debe dejar escapar ninguna parte o especie.
2. Debe ser exacta: las partes han de ser distintas entre sí y distintas del todo (no deben "inmiscuirse").
3. Debe realizarse siempre con el mismo fundamento o bajo el mismo aspecto. Si en un momento dado de la operación se cambia de perspectiva, entonces ya no es el mismo todo el que se subdivide.

. La división más rigurosa es la "dicotomía", que consiste en dividir un género en dos especies por la presencia o la ausencia de una misma característica.