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Trabajar las competencias básicas a través de la Música (I)

Written by  Noemí López
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Ensayo de una orquesta Ensayo de una orquesta Banco de imágenes del ITE (ME)

Recientemente nuestro Sistema Educativo ha sufrido algunos cambios. Tras la publicación oficial y la posterior entrada en vigor de la Ley Orgánica de Educación en mayo de 2006, se publicó el Real Decreto 1631/2006 por el que se establecen las enseñanzas mínimas para la Educación Secundaria Obligatoria.

Con esta nueva normativa se concretan los aspectos básicos del currículo (objetivos, contenidos y criterios de evaluación) a los que se añade un nuevo elemento curricular: las competencias básicas. Se pretende, de esta forma, proporcionar una educación de calidad para todos los ciudadanos según los objetivos educativos planteados por la Unión Europea.

La incorporación de las competencias básicas en el sistema educativo es una de las principales novedades que presenta la LOE. Con ello, no sólo estamos añadiendo un elemento prescriptivo nuevo al diseño curricular existente desde la LOGSE, sino que se define así qué tipo de formación queremos que adquieran nuestros jóvenes.

Ésto nos plantea un nuevo reto profesional: la necesidad de reorientar o reorganizar la enseñanza y el aprendizaje de la Música en la Educación Secundaria Obligatoria. Proponemos desde aquí, dedicar unos minutos a reflexionar sobre el alcance que este nuevo planteamiento curricular tiene en nuestra materia de Música.

Las competencias básicas y la Música en la ESO

Una competencia es la forma en que las personas logran movilizar todos sus recursos personales (cognitivos, afectivos, sociales, etc.) para lograr el éxito en la resolución de una tarea, de manera que esa competencia sólo se adquiere en el proceso de resolución de esa tarea. El grado de adquisición se manifiesta en las acciones, decisiones y actitudes que cada uno de nuestros alumnos y alumnas emprende ante una situación o contexto específico.

Según la LOE, las competencias básicas son el conjunto de aprendizajes considerados actualmente imprescindibles y

“…que debe haber desarrollado un joven o una joven al finalizar la enseñanza obligatoria para poder lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida.” Anexo I, del Real Decreto 1631/2006

Por tanto, cuando hablamos de competencia nos estamos refiriendo al conjunto de habilidades cognitivas, procedimentales y actitudinales que deben ser alcanzadas a lo largo de la educación obligatoria por la mayoría del alumnado para garantizar su desarrollo personal y social.

Las competencias consideradas básicas son ocho

  1. Competencia en comunicación lingüística;
  2. Competencia matemática;
  3. Competencia en el conocimiento y la interacción con el mundo físico;
  4. Tratamiento de la información y competencia digital;
  5. Competencia social y ciudadana;
  6. Competencia cultural y artística;
  7. Competencia para aprender a aprender;
  8. Autonomía e iniciativa personal.

La incorporación de las competencias básicas al currículo de Música modifica no sólo la concreción de los objetivos, los contenidos y los criterios de evaluación en nuestra Programación didáctica, sino también el planteamiento de las estrategias de enseñanza-aprendizaje de la Música en la ESO.

Orientar la enseñanza es, también para José Moya coordinador del Proyecto Atlántida, la principal contribución de las competencias básicas en la LOE. Y es que, en el momento en el que la adquisición de las competencias se convierten en la verdadera finalidad del proceso educativo, todos los componentes del currículo reciben un nuevo enfoque: tienen que ser interpretados y desarrollados en términos de competencias.

¿Qué modificaciones deberíamos incluir en nuestras Programaciones didácticas para integrar las competencias básicas en la Música ?

Desde la materia de Música podemos y debemos contribuir al desarrollo de todas y cada una de las competencias básicas. Para ello, a la hora de revisar nuestra programación didáctica, debemos prestar atención a la organización, la jerarquización y redacción de los objetivos y contenidos que pretendemos desarrollar en cada una de las unidades. De esta forma procuraremos que

  • Los objetivos estén planteados de modo que conduzcan a la aplicación de conocimientos en distintos contextos de la vida cotidiana.
  • Los contenidos sean transferibles, es decir, aplicables en muchas situaciones y contextos heterogéneos; y multifuncionales, en el sentido de que puedan contribuir a desarrollar diferentes competencias básicas.
  • La selección, organización y secuenciación de los contenidos tienen que incluir tanto a los de carácter conceptual como a los que hacen referencia a destrezas, valores, actitudes y aspectos emocionales.
  • Se tiene que tener en cuenta, así mismo, que el alumnado aprende en contextos formales (instituto) pero también en otros de carácter no formal (familia) e informal (grupo de amigos y amigas, actividades ocio, etc).

De lo dicho anteriormente se deriva que las actividades de enseñanza-aprendizaje propuestas deberán están orientadas hacia:

  • La realización de tareas que puedan ser enmarcadas en diferentes contextos de la realidad y con situaciones auténticas de aprendizaje.
  • Integración de los recursos multimedia y las TIC en diferentes actividades de su vida diaria.
  • Se fomentará en todo momento la autonomía del alumnado, es decir, el desarrollo de su capacidad de realizar una tarea de forma independiente con el mínimo apoyo o ayuda posible.

Por lo que respecta a los criterios de evaluación, el Real Decreto 1631/2006 de Enseñanzas Mínimas establece que éstos deben ser referente fundamental para valorar no sólo la consecución de los objetivos si no también “el grado de adquisición de las competencias básicas”. Los criterios de evaluación juegan, por tanto, el papel de nexo que interrelaciona las competencias básicas, los objetivos y los contenidos.

Ahora bien, para que los criterios sean un referente que permita valorar el grado de adquisición de las competencias básicas y de consecución de los objetivos es necesario que tengan claro su carácter formativo. Para ello, en la práctica, tendremos que tener en cuenta que los criterios de evaluación no deben ser traducidos automáticamente en exámenes o pruebas escritas porque, en este caso, estaríamos evaluando únicamente la adquisición de determinados contenidos (conceptuales).

Los criterios de evaluación tienen que estar integrados en los procesos de enseñanza aprendizaje con una visión globalizadora de la materia de Música, es decir, estableciendo puntos de contacto entre la realidad en la que vive el alumnado y la música que se aprende en las aulas.

En el siguiente post haremos un repaso de las competencias básicas desde el punto de vista de nuestro área e indicidiremos en cómo abordar metodológicamente las tareas o actividades de enseñanza- aprendizaje para trabajarlas desde el Aula de Música.