A este conjunto de actos se le llama percepción visual. La ley principal que gobierna la percepción visual es la ley de la simplicidad.
La pregunta sería: ¿qué ves en el esquema superior de la imagen A?, ¿un romboide o un rectángulo deformado inclinándose hacia atrás, alejándose de ti?
Tu percepción es muy activa, durante un tiempo estará en tensión, indecisa, pero finalmente terminará por imponerse el esquema más simple: el rectángulo en profundidad.
La deformación es la clave de la percepción de la profundidad: percibes que la figura romboide es la desviación de otra más simple y regular que es el rectángulo.
En la imagen B tienes el mismo ejemplo con un billete de diez euros.
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