Las consecuencias del consumo de imágenes en el público
es doble: De manera optimista, podríamos decir que el acceso a la información
es más masivo, más sencillo y democrático. La cantidad de
medios nos permiten informarnos, culturizarnos, entretenernos o divertirnos.
Sin embargo, la otra cara más pesimista tiene que ver con el hecho de
que se produce una globalización de nuestros gustos y preferencias. Tendemos
a consumir o a valorar los mismos productos.
En efecto, la gran cantidad de imágenes que recibimos, determina y empuja
nuestros gustos e ideas. Quizá por ello ahora somos más fáciles
de manipular o de influenciar. Es necesario, por tanto, desarrollar nuestra capacidad
crítica ante la información que recibimos y tener nuestro propio
criterio lo más amplio posible a la hora de consumir información.
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